Estoy confundida...
¿Por qué yo siendo una adolescente tengo dudas sobre este mundo, mientras debería estar preocupándome por mis uñas, mi pelo, comprar ropa...?
(Realmente no tengo esa rutina, en otras cosas ocupo mi mente como lo siguiente)
¿Por qué yo siendo una adolescente tengo dudas sobre este mundo, mientras debería estar preocupándome por mis uñas, mi pelo, comprar ropa...?
(Realmente no tengo esa rutina, en otras cosas ocupo mi mente como lo siguiente)
Esta pregunta se debe a que miles formas de pensar de toda información de principios, idiosincrasias, culturas y religiones que recopilo caen repentinamente y acosan mi mente.
Hay tantas diferencias en este pequeño píxel del universo. Dentro de ese píxel se desarrolla el don de la vida de muchos seres, incluso de objetos inmóviles, paradójicamente, porque ellos juegan un papel que ha participado en las revoluciones de esta Obra o Creación, la Tierra.
Han sido largos los periodos en que el humano poco a poco cambiaba su vestimenta, su forma de subsistir, de conquistar, para ello inventar desde armas rudimentarias a las modernas para conseguir, a punta de sangre, un pedazo de tierra.
El ser humano tiene la prioridad de usar su intelecto para obrar entre el bien y el mal. Pero varios prefirieron usarlo para sus antojos y complacer sus locuras. Ideando qué técnicas armar para conseguir lo deseado. De esta manera el hombre apegado a su capricho, ha creado turbulencias en su existencia, huellas que no muchos conocen, otros sí pero no han llegado a la conclusión de no cometer los mismos errores: el deseo del poder, la discriminación y el continuo uso de los antivalores.
Acepto lo que pronunció un gran amigo mío: “Pienso que el humano no está avanzando, sino atrasando” Esta frase que recuerdo, me ha dejado muy sorprendida en ese instante aunque ya lo había notado. Es tan cierto que no puedo negarlo. Aunque ciertas mejorías nos han favorecido nuestras necesidades, pero ¿realmente hacemos bien? Destruimos este mundo en todas sus formas ya sea natural o ético, gracias al deseo de la comodidad en la vida, a egoístas, a la falta de buena voluntad y sobre todo a la falta de integridad y moral en cada persona. Esas faltas de educación han vivido en la inoportunidad y yo creo con todas mis fuerzas que si los gobiernos mejoraran en todos sus aspectos, será posible disminuir la incultura, el analfabetismo y una gran cantidad de ignorancia.
No quiero que piensen que es un sueño lleno de fantasías este que tengo, que es imposible poder cambiar la mitad de la población mundial porque el maldito pesimismo que tienen los cobardes(perdone la ofensa)no les deja reaccionar, actuar y cumplir con una promesa que tenemos con la vida y con nuestros anhelos.
Ya es hora de alzar la mirada al porvenir no con esa profecía ya dicha, sino con tu propia profecía esa que todos imaginamos con positivismo. Porque si fue posible para el hombre planear en el cielo e inventar el arma nuclear más peligroso, por qué no podremos ahora reducir todos esos defectos que abaten nuestra existencia.
Seguramente no soy la única con este dilema.